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miércoles, 27 de noviembre de 2013

Monoambiente Particular

Verónica alquila en diagonal 77 entre 49 y 50, “casi 1 y 50”. Su vivienda queda en el tercer piso de un edificio sin ascensores.


Por Renso Valentini

-Estaba buscando departamento porque quería irme de la casa de mi vieja. Ella vive acá, en La Plata.

La joven de 21 años, estudiante de periodismo, buscaba alquileres particulares porque no disponía del dinero necesario para pagar las sumas que piden las inmobiliarias en conceptos como depósitos y honorarios.

-Trabajaba en un restaurante y el borracho que siempre se quedaba, Javier (“Locura”), me dijo que se iba de su departamento, cuya propiedad compartía con la madre. Ella tiene un montón de propiedades y él vivía en una de ellas. Me dijo que se iba en tres meses.

Ella quería mudarse, entonces empezó a apurarlo: “Dale, Locura, ¿cuándo te mudás?”. De tanto insistir, un día obtuvo una respuesta satisfactoria: “Bueno, dentro de un mes, me mudo”.

-En ese momento, le pregunté cuánto me saldría el alquiler y me respondió que novecientos pesos. A principios del año pasado. Se mudó, se fue al campo y yo me fui al departamento. No tenía nada, no tenía ni cama, ni heladera, nada.

El edificio donde se mudó (con pocas pertenencias) cuenta con nueve departamentos, todos monoambientes.

-El único que está dividido es el mío. Tiene habitación separada. Lo dividió Locura, porque él vivió un montón de años acá.

También es el único cuyo interior está pintado de color bordó. Tiene dos paredes de esa tonalidad: la que divide  la pieza del otro ambiente y la que da a la calle. En esta última hay dos ventanas que brindan una muy buena luminosidad a la sala de Verónica.

-No es un departamento muy cómodo, pero sí es muy barato.

Para la zona en la cual está, el precio es realmente bajo:

-Yo ahora estoy pagando mil doscientos pesos, más cincuenta de expensas.

El concepto “expensas” podría desglosarse en dos ítems: treinta pesos para la limpieza de espacios comunes y veinte por iluminación del pasillo y otros gastos.

Antes de tomar posesión del inmueble, Verónica firmó un contrato con la propietaria. 

Analizando el desarrollo de la relación contractual, se desprende la nulidad de la misma.

-A principios de este año, el alquiler aumentó a mil pesos. Cuando se terminó el plazo del contrato que habíamos firmado, volvió a aumentar a mil doscientos. El alquiler es particular, sin embargo, la dueña insistió en firmar un contrato.

Allí se estipulaba que el inmueble no podía ser habitado por más de dos personas (algo que sería imposible por las dimensiones del lugar), tampoco permite animales y se reservaba el derecho de aumentar el alquiler cada doce meses (esto último está expresamente prohibido por ley).

-Ahora se venció el contrato y por eso el nuevo aumento. Me dijo: “Estoy cobrando demasiado barato el alquiler, me están diciendo que el resto de los monoambientes están mucho más caros y yo les estoy cobrando poco. Entonces, a partir del año que viene, todos van a pagar mil ochocientos pesos”.

Todo el edificio es de la misma propietaria. Nueve departamentos en total. Tiene varios más en la zona y propiedades en City Bell y en Santa Teresita.. “Todo herencia”.

-El primer año, no había medidor de agua. No pagaba agua. A principios de este año, pusieron uno compartido entre los nueve departamentos del edificio y dos comercios de planta baja. El total se divide en once partes iguales. La primera facturación fue de 450 pesos para cada unidad. Al mes siguiente, de 350 pesos. Obviamente, todos nos quejamos que había algo mal, seguramente alguna pérdida.

Ante tantas quejas, Locura comenzó a buscar pérdidas con uno de los vecinos. Encontraron un caño abierto por el cual corría agua hacia la calle, todo el tiempo, lo que hacía “volar” al medidor.

-Lo repararon y ahora me cobran 250 pesos bimestralmente. El resto de los servicios son individuales, aunque en realidad comparto el cable e Internet con dos vecinos.

Los vínculos entre los ocupantes de los nueve monoambientes de este edificio son estrechos. Comparten servicios y también se saludan cordialmente al encontrarse en los pasillos o la vereda del lugar. La joven estudiante parece estar satisfecha con el sitio que ha encontrado para vivir.

-El barrio está copado. Estoy cerca de todo. Vivo en frente del bosque, tengo todos los comercios que necesito cerca.

También le resulta importante estar a pocas cuadras de Diagonal 80, al igual que del centro y de la facultad.

-La zona es relativamente segura. El tema de los ruidos es algo a lo que tenés que acostumbrarte, porque a dos cuadras tenés a los bomberos, cruzando la calle tengo al Instituto Médico Platense, donde están las ambulancias constantemente y las picadas de motos los jueves y los domingos son terribles.

En su monoambiente dividido, con paredes bordó y un gato como mascota, Verónica ha sabido encontrar su lugar en el mundo. Después de una complicada jornada de entregas en la facultad, se tira en el sillón y se adormece. Tres minutos después, los “cortes” de las motos sobre Avenida 1 le recuerdan que es jueves.


lunes, 25 de noviembre de 2013

Por una nueva Ley de Alquileres: instantánea de una puja

Por Augusto Bertone


Carlos Vargas no alquila pero, igualmente, cree que mucha gente precisa una ley que frene los abusos de propietarios que “se sienten en la Edad Media haciendo de señores feudales”.

Elena Ahumada, más abajo en la cadena  de comentarios, enfatiza la urgencia de una nueva normativa que regule la explotación lucrativa de inmuebles: “tiene que ver con la dignidad humana”, aclara.

Augusto Baldocini, propietario, dice que la propuesta es encantadora y que “es indispensable no solo un control sobre alquileres, sino que, en el resto de las operaciones inmobiliarias también”. Y problematiza: “deberían darle más importancia al tema consorcios. No existe ningún ente que vigile los consorcios. Ellos no cumplen las promesas que hacen y cobran expensas injustificadas”, termina.

Para Noemi Santoro, ultima en el listado de opiniones y sin pelos en la lengua, “los propietarios deben bajar los precios abusivos de la renta y eliminar a los intermediarios ladrones que piden 2 meses de adelanto por hacer un contrato que vuelven a cobrar llegado el momento de renovar”.
                                                                                     
Garantia propietaria: uno de los puntos cuestionados por la iniciativa.

Las voces siguen, apiladas, una tras otra, al costado de uno de los tantos panfletos virtuales que pueden verse en la página  de Facebook,  creada en 2102, por una agrupación ciudadana independiente, que intenta  divulgar el proyecto por otra ley nacional de arrendamiento. 

La propuesta fue elevada al Congreso de la Nación, en diciembre de 2011. El nombre de la comunidad online: “Por una nueva Ley de Alquileres”.


La norma vigente que ordena el mercado inmobiliario data de 1984. La ley que pretende reemplazarla,  aun, descansa en el Congreso .Impulsada por organismos que a lo largo y ancho de la república velan por los derechos de inquilinos, como la UAI (Unión Argentina de Inquilinos), es  resultado de una edificación coral, pero tiene un ideólogo: Osvaldo López, senador de Tierra del Fuego.

La corporación inmobiliaria de inmediato alineo la posición mediática  a su gusto y el proyecto fue calificado de “adefesio”, entre varias nominaciones peyorativas. Sus defensores sostienen que estos sectores atacan la iniciativa porque “afecta intereses, limitando y controlando abusos de propietarios e inmobiliarias”
 
De ahí que exista un nutrido tren de individuos que, a diario, dialoga sobre el tema en la web. “Por una nueva Ley de Alquileres” tiene como misión difundir el proyecto para encontrar respaldo y notoriedad suficientes que quiebren la indiferencia que el grueso de la gente tiene hacia una problemática en vinculo directo con el derecho a la vida digna.



Estas son 6 modificaciones sustanciales que la nueva legislación de alquileres, todavía en espera, establece:

1.      El precio mensual del alquiler no podrá superar el 1/180 del valor de venta que determine la Autoridad de Aplicación.
2.      La Comisión a la inmobiliaria no podrá exceder el equivalente a 1 mes de a tendrán un plazo alquiler y será  pagada equitativamente por el propietario y el inquilino.
3.      Los contratos de alquiler de viviendas tendrán un plazo mínimo de 3 años.
4.      La Autoridad de Aplicación controlara que los inmuebles de alquiler estén en condiciones dignas para su uso como vivienda, quedando a cargo del propietario, cualquier reforma que fuera innecesaria.
5.      Los contratos se renovaran automáticamente salvo que alguna de las partes se manifieste en desacuerdo evitando así nuevos e innecesarios pagos a intermediarios.
6.      Se creara la Dirección de Viviendas Alquiladas, dependiente del Ministerio de Planificación, la cual será autoridad de aplicación de esta ley.